28/7/09

12 - La Llamada

Estábamos los tres tan tranquilos mirando la tele, cuando de repente sonó un teléfono móvil. Miramos alrededor, buscando el origen del sonido. Dakota se levantó y buscó en su asiento. Encontró el móvil enseguida, era muy moderno.

-¡Mi móvil!-exclamó Zac y atendió el teléfono.-¡Hola, amor!-Zac parecía incómodo. Se alejó de Dakota.-No,no, no, tranquila, Nessie, no, no te he dejado, sabes que nunca lo haría. ¿Qué? ¿Que dónde estoy? No te lo puedo decir. No, mi amor, te lo diría, pero es que no puedo, no me dejan. No, tranquila, no me han secuestrado-Zac sonrió un poco, conmovido por la ingenuidad de su interlocutora.-Bueno, más o menos. No, pero no hay nada mal, cielo. No... No puedo visitarte. Creo...-Zac miró a Dakota, que negó con la cabeza.-No, mi amor, no es que yo no quiera, es por tu bien... Cariño, entiéndelo, puedo hacerte daño... No seas tonta, no es ninguna amenaza, es que... tengo dificultades, no creo que lo entiendas... No amor... ¡No! ¡No! ¡No!

Zac bajó la mano, deprimido.

-¿Qué pasa?-pregunté.

-Ella quiere... que yo vaya.

-Pero tú no puedes...

-Ha dicho que si no voy, se suicidará-Zac colocó la cabeza entre las manos, dando la sensación de que la situación ya estaba perdida.

-Tranquilo, Zac, no pasa nada-dije comprensivamente.Me levanté y anuncié.-Voy a decírselo a Stephenie a ver si ellos pueden traerla.

Salí del salón y me encontré a Steph en el pasillo. Le conté lo que había pasado y justo en el momento en que Stephenie decía que por supuesto que irían a buscar a esa tal Nessie, oímos un grito proveniente del salón. Corrimos allí y vimos a Dakota de pie en medio de la habitación, horrorizada, y delante de ella una ventana rota. Zac no estaba.

-¿Qué demonios ha pasado?-preguntó Stephenie.

-Zac... ha empezado a murmurar que tenía que ir... a verla... le dije que no... ¡y me gritó que no podía impedírselo y se fue!-Dakota rompió a llorar, desconsolada.

-Tranquila, le cogeremos a tiempo-abracé a Dakota para tranquilizarla, pero ella siguió llorando.

-¡¡Chicos!!-llamó Stephenie y al instante ya estaban todos allí.-Rob, Johnny, Lindsay, os venís en mi coche. Los demás en el de Kris.

Kris, Rihanna, Dakota y yo fuimos en el coche azul marino de Kristen. Íbamos detrás del BMW negro de Stephenie, que nos llevó a una mansión, que por mis conocimientos de reportera reconocí como la de Zac Efron y Vanessa Hudgens. Espera... ¡¡claro!! Era Vanessa la que llamó. Oh, no...

Cuando entramos (la verja estaba abierta) la luz del dormitorio estaba encendida. Fuimos todos en manada corriendo y subimos a la habitación iluminada (sobra mencionar que las puertas estaban abiertas).

Llegué justo a tiempo para ver la cara esperanzada de Vanessa Hudgens mirando a Zac, que estaba todo rígido, mientras decía:

-¡Mi amor, has vuelto!-en ese momento ella nos miró sobresaltada y Zac, al parecer por la repentina ausencia de contacto visual, no pudo controlarse y saltó sobre ella. Vanessa gritó aterrada y Rob y Johnny sujetaron a Zac por los brazos.

-¿Quiénes sois? ¿Qué hacéis aquí?-preguntó Vanessa mientras se tapaba hasta el cuello. Pero aún me dio tiempo a ver que llevaba un camisón semi transparente.-¿Kristen Stewart?-se extrañó al reconocerla.

-Escucha, Vanessa, tienes que venir con nosotros inmediatamente, por tu bien y por el de Zac-dijo Stephenie.

-Bueno...pero dejadme vestirme.

-Abajo, tíos-murmuró Lindsay y obedecimos.

La imagen mientras esperábamos era de lo más graciosa: todos apoyados contra la pared, Stephenie con las manos en los bolsillos, Lindsay silbando, Dakota mirando el techo, Zac sacudiéndose, aún preso en los brazos de hierro de Johnny y Rob...

Vanessa bajó vestida con ropa sencilla y subimos a los coches, Stephenie conduciendo su coche con los tres tíos detrás, dos de ellos sujetando al otro, y las chicas apretujadas en el mini de Kristen. Menos mal que todas éramos delgadas porque al menos entrábamos las seis en el coche.

26/7/09

11 - Una Buena Conversación



La casa no se mantenía limpia sola, y no podíamos contratar una asistenta porque era demasiado arriesgado, ya que nos podía descubrir y entonces todo acabaría. Como ellos se podían mover muy rápido terminaban sus tareas en un dos por tres, en cambio yo, la humana, incluso a velocidad máxima tardaba un montón.

Como Zac era nuevo, nadie había calculado aún qué tenía que hacer, y por eso permaneció en el mismo sofá, mirando la televisión. Y a mí me había tocado limpiar precisamente el salón.

Apenas había barrido y aún me quedaba encerar el suelo, limpiar los polvos, cepillar los sofás... los demás no aparecían (seguramente estarían es sus respectivas habitaciones haciendo no sé qué cosas) y Zac me miraba con curiosidad.

Paré un segundo y le miré cansinamente:

-¿Qué miras?

-No, nada-se ruborizó y miró de nuevo la tele.-Sólo quería que supieras que se me da bien limpiar.

-¿Eso es una indirecta?

-Podría serlo.

-¿Que tengo que hacer para que lo sea?

-Sentarte en un sillón.

Obedecí, dándole gracias al cielo por darme un chico tan educado y habilidoso para tareas del hogar.

Él se dirigió a donde estaba todo mi arsenal de limpieza y se armó con bayeta y limpiamaderas. En un minuto ya había desempolvado todas las estanterías del salón.

-Wow, me encanta esto de ser vampiro-murmuró cuando hubo terminado.

Le eché una mirada envenenada.

-Sois muy malos conmigo. No es justo, yo también quiero.

-Oye, que no es tan guay. Duele un montón y...

-No cuela-dije con superioridad.-Ya sé que no duele, no me engañas.

-Te odio.

-Y yo.

-Pero eres guay.

-Lo mismo digo.

Nos sonreímos. Nunca lo habría sospechado, pero Zac resultaba ser un estupendo compañero de charla. Terminó de limpiar enseguida y nos sentamos juntos en el sofá.

-¡¡Hola, chicos!!

-Hola, Dakota-saludamos Zac y yo a coro.

-¿Puedo?-dijo ella, de pie delante de nosotros.

-Claro, siéntate-noté lo placentero que le resultaba a Zac que Dakota hubiera venido. Sonreí para mis adentros.

Dakota se sentó entre nosotros dos, con toda la cara dura del mundo.

Me encantaba la sensación de culebrón venezolano que se vivía dentro de la casa. Todos tenían un amor, ya fuera secreto o no. Menos Lindsay. Y yo.

Noté como Zac bostezaba y estiraba los brazos, para acto seguido colocar uno “sin querer” sobre los hombros de Dakota. Aquello era tan tierno...

23/7/09

10 - ¿¿Qué demonios...??


Al ver la situación decidí que un simple grito no llamaría la atención de nadie, así que fui por partes. Caminé a toda prisa al sofá de Zac y Dakota.

Zac seguía riéndose como un histérico y hasta tenía un tic en el ojo, no me extrañó en absoluto lo asustada que estaba Dakota. Le pregunté qué demonios le pasaba al chaval:

-No lo sé, le solté que éramos todos vampiros y se ha empezado a reír... pero esa no es una risa natural, es como forzada... me está asustando.

-Ya, a mí también-afirmé y di mi diagnóstico.-Por el tic en el ojo creo que podría ser una crisis nerviosa.

-¿Y cómo se quita eso?-preguntó Dakota.

-A ver, ¿qué está pasando aquí?-Stephenie no había tardado en oír el barullo que estábamos armando y había decidido venir con nosotras dos, que seguramente éramos las que parecían más cuerdas.-¿Zac? ¡Zac!

Todo aquel ruido me estaba volviendo loca y me tapé los oídos. Pero Stephenie y Dakota me estaban preguntando muchas cosas a la vez, los gritos de ánimo de los otros, la risa de Zac que iba aumentando de volumen....

-¡¡¡AAAAAAAH!!!-grité sin poder contenerme y le pegué una bofetada a Zac. El silencio reinó en la habitación. Todos me miraban y Zac se sujetaba la mejilla, aturdido. Yo tenía los puños apretados y jadeaba como un toro.

-No... hagáis... tanto ruido-resoplé con furia. Todos agacharon la cabeza, compungidos y murmuraron un “lo siento”. Yo recobré la compostura.

-Bueno, qué Zac, ¿ya estás bien?-pregunté con toda la amabilidad del mundo. Él parecía muy confuso.

-¿Pero por qué me has pegado?

-¿Porque estabas histérico?-sugirió Dakota.

-Supongo... Pero no tenías que hacerlo tan fuerte-murmuró él.

-Lo siento, me descontrolé... pregúntaselo a ellos-lancé una mirada envenenada a la zona-ajedrez y Johnny y Rihanna, que me estaban mirando, bajaron la vista, arrepentidos.

Guardamos silencio unos segundos.

-Bueno, veo que controlas la situación, no me necesitáis-dijo Stephenie y se fue de nuevo.

-Voy a coger un libro-dije y me levanté con ese propósito pero alguien me sujetó la mano. Me di la vuelta.

-Creo que... mejor te quedas con nosotros. Sólo por si acaso-dijo Dakota.

-Sí, mejor así-afirmó Zac.

-Está bien, pero voy a coger un libro y me sentaré al lado de vosotros, si me necesitáis otra vez ya me daré cuenta yo solita.

-Ok!

Dicho y hecho. Nadie tuvo más arrebatos aquel día y el libro que cogí resultó ser tan aburrido que en unos instantes me dormí.

22/7/09

9 - Despierta Zac


Los chicos y yo habíamos pasado la tarde en el salón. Zac había dejado de sacudirse y ahora parecía un muerto. Yo comprobaba de vez en cuando si respiraba.

Ya era el segundo día por la noche y Kris y Rob me estaban dando las buenas noches a su manera, es decir, con bromas y estupideces. Lindsay ya se había recuperado del todo, y le había prometido a Stephenie que ella se encargaría de la educación inmortal de Zac.

Dakota se ocupaba exclusivamente de Zac. Le tapaba con una manta si tiritaba y se la quitaba cuando estaba ardiente. Le vigilaba a todas horas, impaciente por que despertara.

No me sorprendió en absoluto su comportamiento, todos sabíamos que Dakota era muy dada a proteger a los demás y siempre entendía a todos. Me pareció bonito por su parte ocuparse del joven, aunque de vez en cuando la observaba y veía la tierna manera en que ella le miraba, y entonces pensaba que a lo mejor los cuidados de Dakota no eran desinteresados del todo.

Entonces, cuando Rob y Kristen iban a salir del salón y dejarme dormir, Dakota, que aún seguía ahí y planeaba quedarse toda la noche (porque la noche anterior Stephenie la llevó hasta su habitación casi por la fuerza) gritó, asustada. Rob y Kris volvieron y todos acudieron rápidamente y se reunieron alrededor de Dakota y Zac. Me levanté con desgana, encendí la luz y me colé entre los demás para ver qué demonios pasaba.

Me quedé de piedra. Zac se estaba frotando los ojos como si se hubiera despertado de un profundo sueño, y nos miraba a nosotros, extrañado.

-¿Qué hago aquí?-preguntó.

Nos miramos entre nosotros, sin saber qué hacer. Zac se sentó en el sofá y nos miró a los ojos a todos y cada uno de nosotros. Dakota tembló un poco cuando Zac la miró y clavó la vista en el suelo, toda sonrojada. Vi la sonrisita de Johnny, al otro lado del corro que habíamos formado.

Lindsay se abrió paso entre nosotros y se colocó justo delante de Zac. Él la miró a la cara con unos ojos azules que parecían exigir delicadamente una explicación.

-Verás, Zac-dijo Lindsay con voz de mando.-No te retendremos en contra de tu voluntad, pero es mejor para todos que te quedes aquí. De hecho, estás aquí precisamente porque yo no obedecí esa norma.

-¿Lindsay Lohan?-preguntó él, aún un poco aturdido.-¿Qué pasa? ¿Por qué estoy aquí y no en el centro comercial? ¿Qué queréis de mí?

-¡Ja!, lo mismo que pregunté yo la primera vez-murmuré por lo bajo, lo suficiente para que todos menos Zac pudieran oírlo.

-Verás, Zac-Lindsay se arrodilló para que sus ojos quedasen a la altura de los de él.-Nosotros tenemos un secreto. Un secretito muy importante-Lindsay se fue acercando más y más a Zac, que retrocedió un poco asustado.-Y ahora tú formas parte de él y si dices algo a alguien lo más seguro es que nos maten a todos, ¿comprendes?

Zac asintió.

-Bien.-Lindsay se dio la vuelta y se fue caminando elegantemente en dirección a las estanterías.-Chicos, os cedo la custodia, divertíos.

Zac pareció asustarse ante la última palabra de Lindsay.

-¡Bueno, Zac!-Stephenie nos sobresaltó a Zac y a mí.-Supongo que algunos de nosotros no te inspiramos mucha confianza, así que lo mejor sería que te lo explicase todo alguien con quien puedas hablar tranquilamente, ¿no?-Zac asintió temerosamente.-¿Quién?

Zac miró a su alrededor, inquieto, y su vista se posó en Dakota. A ella se le iluminó el rostro.

-¿Yo?-preguntó ella muy bajito, no muy segura de su suerte, y Zac asintió. La sonrisa de Dakota pareció brillar más.

-Bueno, chicos, dispersaos y dejad a estos dos en paz-cuando Stephenie terminó la frase ya todos tenían alguna ocupación: Kris y Johnny jugando al ajedrez por enésima vez, Lindsay y Rihanna se enzarzaron en una discusión amistosa sobre quién era mejor jugador, Rob cogió un libro y yo recordé un asuntillo pendiente. Salí corriendo detrás de Stephenie y la atajé a media escalera.

-¡Steph!-se dio la vuelta y sonrió cortésmente.

-¿Sí?

-¿Podrías resolverme una dudilla que tengo?

-Por supuesto, ¿de qué se trata?

-Esto, a ver, cómo lo explico... sabes que Zac estuvo sufriendo durante su conversión...

-Pero no recordará nada-Stephenie me miró extrañada.

-Sí, ya lo sé, pero... según tu historia, Paulo decía que tú estuviste todo el tiempo en coma... ¿Por qué tu conversión no fue igual a la de Zac?

-Ah, eso...-Stephenie se mordió el labio.-Verás, es que cuanto más amor hay entre el mordedor y el mordido, menos sufrimiento tiene que soportar el segundo-noté como Steph se ruborizaba un poco.-Bueno, me tengo que ir, ¿algo más?-parecía que tuviera prisa por irse, como si quisiera que la tierra se la tragara. No me extraña, pero su reacción me pareció un poco demasiado exagerada.

-No, nada más.

-Ok, entonces nos vemos- salió zumbando en dirección a su habitación.

-Qué raro-pensé para mis adentros mientras desandaba mis pasos y volvía al salón.

La escena que me encontré fue insólita: Lindsay , Rihanna y Rob animando el juego de ajedrez a voces como si de un partido de fútbol se tratara; Zac riéndose histéricamente mientras Dakota le observaba con aire preocupado;no sé cuántas veces lo he dicho o pensado pero ya estoy totalmente convencida de que esto es una casa de locos.

20/7/09

8 - Nuevo Miembro Del Club (2ª parte)


Mientras nosotras conversábamos tan tranquilamente, el pobre chaval seguía convulsionando. Me dio pena y pregunté si se podía hacer que sintiera menos dolor. La respuesta fue negativa.

De repente una duda me pasó volando por la cabeza. Había una ligera diferencia entre la experiencia de conversión de Stephenie y la de Dakota y Zac. ¿Por qué Stephenie no había gritado ni se había sacudido? Miré a Stephenie. Estaba acariciando la frente de Zac y discutiendo algo con Rihanna, que por primera vez parecía preocupada. Decidí que no era el mejor momento.

-¿Cómo lo llevas?-me sobresalté al oír a Kristen detrás de mí, interrumpiendo mis pensamientos.

-¿Y a mí me lo preguntas?-dije con sarcasmo, mirando al muchacho.

-Por él no podemos hacer ya nada-dijo Kristen con desánimo.-A estas alturas la única viva en esta casa eres tú, así que nos preocuparemos de que sigas así-dijo, sonriendo.

Rob apareció detrás de Kristen y la abrazó tiernamente. Me dio un poquito de envidia.

-¿Cómo lo llevas?-preguntó, con su particular sonrisa torcida.

-Como se nota que sois pareja-dije con ironía.

-¿Qué?-preguntó Rob, confuso, y Kristen procedió a explicarle nuestra conversación. Yo fui con Stephenie y Rihanna.

-¿Cuánto durará?-pregunté, señalando a Zac con la barbilla. Oí las risas de Rob a mi espalda. Había entendido mi broma.

-Un par de días, no te preocupes por él-me tranquilizó Rihanna.-No recordará nada cuando despierte.

Stephenie me atravesó con sus afilados ojos.

-Sé que me quieres preguntar algo-afirmé con la cabeza. ¿Tendría dotes adivinatorias? Aunque esa no era mi pregunta, pero...-Pásate después por mi habitación y pregúntame lo que quieras.

Asentí vigorosamente. Decidí volver con Kris y Rob, la conversación resultaba más divertida con ellos.

Me di la vuelta y caminé hacia ellos. Se estaban besando apasionadamente. Puajj... Besarse apasionadamente es muy agradable, pero no si lo hacen otros...

-Eh, tíos, venga, no seáis pesados que ya todos sabemos que sois pareja-dije con cara de asco. Los dos pararon, me miraron, se miraron y se rieron.

-Es que queremos demostrar nuestro amoooor...-dijo Kristen y se desprendió suavemente de Rob, se balanceó como si estuviera en un sueño y se acercó a mí.-Ese amooor que sentimos por tooooodooos...-Se acercó como si quisiera besarme. Yo me aparté bruscamente y ella se tropezó con un pliegue de la alfombra y casi cae de no ser porque Rob la atajó.

-Lo siento, Bella, me temo que no podremos tener ni un momento de intimidad si Edward está todo el rato vigilando para que no mueras por tu torpeza-dije entre carcajadas.- De veras que os parecéis un montón a vuestros personajes-dije, cayendo suavemente en una butaca.

Rob se sentó en el sillón de al lado y Kristen se dejó caer sobre él.

-¡¡Aaaay, Kris!!-chilló Rob.-¡Que me vas a dejar sin descendencia!

-Tú no puedes tener hijos, so-muerto-se burló Kristen.

-Se dice no-muerto, tonta-se burló a su vez Rob.

-Un no-muerto es un humano, porque no está muerto, en cambio vosotros sí por lo tanto Kristen tiene razón, eres un so-muerto-dije con voz de profesora.

-Eso, encima defiéndela-se quejó Rob.-¡¡Ay, Kris, maldita sea, que me vas a quitar mi hombría!! ¿Y tú por qué te ríes tanto?-me preguntó.

-Es que me acabo de acordar...-dije entre carcajadas.

-¿De qué?-preguntó Kristen, extrañada.

-Cuando tenía trece años me gustaba leer blogs y había uno que me encantaba, y en un capítulo describía exactamente esa situación.

-¿Kris castrándome?-preguntó Rob. Kristen se rió.

-Sí, exactamente.

-¿Y qué fue de la autora?

-No sé en qué líos andará metida... Tengo su e-mail, si queréis puedo contactarla y decirle que tenía razón.

-Hazlo.

-Va a flipar cuando se entere de que os he conocido...

-Pues mándale saludos de nuestra parte y dile que cuando quiera le firmamos una autógrafo o algo...-murmuró Rob.

-Vale, la contactaré en cuanto pueda.

-Bueno, ¿de qué estábamos hablando?

-De ti castrándome-Rob soltó un quejido.

-Oh, no seas payaso, si no puedes tener hijos, ¿de qué te sirve tener...?

-Simplemente quiero conservar mis atributos-interrumpió Rob.

-Pero me siento muy sola si no está Lindsay, ¡¡y si tú te conviertes en chica podemos ir de compras!!-dijo Kristen muy animada.

-Cariño, no tienes que hacerme un cambio de sexo para que vaya contigo de compras-dijo Rob, con tono romántico y pegajoso.

-Urrrgh, qué asco me dais a veces-murmuré apartando la vista.

Ellos se rieron.

-Oh, venga, si quieres te llevamos.

-Si vas a estar haciendo eso entonces declino la oferta, gracias.


18/7/09

8 - Nuevo Miembro Del Club (1ª parte)


Rob y Johnny consiguieron arrastrar a Lindsay hasta un sillón y la ataron fuertemente con una cuerda sacada de no sé dónde, dejándola prácticamente inmovilizada. Por su parte, Kristen, Stephenie y Rihanna cogieron al muchacho y lo recostaron en un sofá, en el extremo contrario de la habitación, lo más lejos posible de Lindsay. Dakota, como yo, simplemente contemplaba la escena con horror.

Stephenie corrió hacia Lindsay y le sujetó la cabeza con las manos, hablándole y mirándola fijamente a los ojos para calmarla. Lindsay aún se sacudía pero parecía haberse calmado un poco.

Por otra parte, el muchacho cada vez parecía estar peor. Gritaba más y más fuerte cada minuto que pasaba. En una de sus sacudidas pude vislumbrar dos marquitas rojas en un lado de su cuello. Me dio un escalofrío.

Las chicas estaban discutiendo encima del pobre chico, no se ponían de acuerdo. Kristen se inclinó con suavidad sobre el chico como si pretendiera morderlo pero Stephenie la retuvo y negó con la cabeza.

-Es muy tarde-dijo.

De repente, Rihanna se volteó hacia nosotras. Hasta ahora nadie nos había hecho caso a Dakota y a mí. Nosotras éramos espectadoras de aquella película de terror.

-Bueno, chicas-Rihanna se nos aproximó con calma.-Supongo que ponéis esa cara de espanto por lo que acabáis de ver. No os preocupéis por el chico, él sólo estará así un par de días y después será uno de nosotros-¿Acaso vi la tristeza en los ojos de Ri-Ri?

-¿Tan horrible?-preguntó Dakota, la voz temblorosa.

-Tú fuiste peor.

-No recuerdo nada.

Menos mal que no lo recuerdas. Por los gritos que pegabas parecía que sufrieras el doble o el triple que nosotros. Esperaba que no fuera así..

-¿Sabéis quién es?-pregunté con un ligero pánico.

-Un famoso-respondió Kristen, que se había aproximado a nuestro grupo. Su voz sonó nefasta.

-¿Un Jonas?-Kristen negó con la cabeza.-¿Quién?

-Zac Efron.

Aquello sonó a sentencia de muerte. Vaya suerte que siempre caigan los famosos.

17/7/09

7 - Tiempo De Espera


-Supongo que te habrás enterado de quién manda y de qué manera en esta casa-me dijo Johnny.

-Pues... yo diría que la jefa y juez principal es Stephenie, seguida de Rob y ¿Kristen?-Johnny asintió.-Lindsay es la máquina de la verdad, Dakota... es la chica del tiempo...

-De hecho Dakota es nuestra televisión, porque aparte de eso tendrías que ver los dramas que monta-nos reímos ante la ocurrencia de Kristen, que leía un libro y también nos escuchaba.

-...y tú eres el guardián.

-Prácticamente has acertado, pero te falta Rihanna.

-Ya, es que no sé qué papel adjudicarle-respondí con preocupación.

-De hecho...-Kristen dejó definitivamente el libro.-...el papel de Rihanna está entre nana y mediadora. Nos cuida en todo momento y arregla nuestras peleas.

-Ah... ¿entonces, yo qué soy? A fin de cuentas ya pertenezco a vuestro grupo, tenéis que conseguirme un título.

-Tú...-Kristen me miró de arriba a abajo, pensativa.-...creo que deberías ser la reportera de Dakota News.

Todos soltamos una carcajada. Pero la de Johnny fue algo desganada:

-No os riáis tanto de Dakota, no está bien-dijo, con una expresión a medio camino entre indignación y bochorno.

-¿Ahora eres su defensor?-Preguntó Kristen burlonamente.

-Exacto.

Johnny puso una cara seria ante Kristen, pero yo estaba detrás de él y pude ver cómo me guiñaba un ojo.

-Pues yo también quiero un guardaespaldas-dijo Kristen fingiendo enfado.

-Tú tienes a Rob. Y si él no es suficiente para ti dímelo y así yo me lo puedo quedar-sonreí.

-Sueña con eso, niña-dijo Kristen amenazándome con el dedo.

Nos reímos.

-Tranquila que no te lo voy a quitar. Él solito verá lo que es bueno.

-¿Quieres pelea?-dijo Kristen amenazándome en broma.

-Bueno, chicas, ya vale.

En ese instante la puerta principal de la mansión se abrió de sopetón y se oyeron voces gritando. Tres, para ser exactos. Una voz denotaba desesperación e impotencia, otra estaba furiosa y una tercera parecía estar descomponiéndose de dolor. Lindsay, Rob y... ¿Y?

Johnny se levantó veloz y se desvaneció, dejando sólo un rastro de polvo levantado de la moqueta como evidencia de que había ido al pasillo. Kristen no movió un músculo. Estaba alerta, oliendo el ambiente.

-Mierda-murmuró y desapareció también. Adiviné que había ido tras Johnny. Les seguí con una curiosidad creciente. Los gritos aumentaban de intensidad.

Me asomé al marco de la puerta. La escena que contemplé me dejó patidifusa: Rob y Johnny, histéricos, sujetando a Lindsay, que tenía la barbilla cubierta de sangre y miraba ávidamente en dirección al tercer emisor de gritos. Era un muchacho joven y moderno que se estaba retorciendo en el suelo con unos alaridos de dolor que partían el alma. El chico rodaba en el suelo y por un instante pude ver su cara. Oh, no.


16/7/09

6 - Leyendo Mentes


-Bueno, Stephenie ha dado la charla por concluida-comentó Rob.

-Pues mejor para mí, tengo que terminar ese juego de ajedrez con Kristen-dijo Johnny. Acto seguido abrió uno de los brazos de su sofá (yo ni siquiera había notado que eso se movía) y sacó una caja de ajedrez magnético. Johnny, que estaba a mi lado, se cambió de sitio con Lindsay, que estaba al lado de Kristen.

-No sabes lo guay y estresante que es tener la habilidad de leer mentes-comentó Lindsay, que ahora estaba a mi lado.

-¿Estresante?

-Te enteras de todo lo que pasa por la mente de los demás, incluidas las cosas desagradables.

-Las cosas desagradables como...

-...ver los pensamientos de Stephenie sobre Johnny-susurró ella, tragando saliva. Miré a Johnny. Estaba sonriendo ligeramente.-O ver en sus mentes una descripción detallada de lo que hicieron por la noche-dijo con desagrado, señalando a Kristen y Rob. Reí.

-¿Y qué hay de las cosas buenas?-pregunté.

-Lo que piensa Dakota sobre mí-dijo ella, sonriendo un poco.-Nos hacemos rabiar la una a la otra, pero ella no me tiene rencor. No acabo de entender su modo de pensar.Y también me gusta ver el amor de Johnny por Dakota.

-¿¿Qué?? ¡Pero si ella es una adolescente!

-No, no es eso, él la quiere como si fuera su propia hija, es increíble lo mucho que la aprecia. Y ella también lo adora. Es muy bonito.

-Debe ser difícil sobrellevar tu don-comenté.

-No sabes cuánto-murmuró con cierto deje de amargura.-A veces veo lo que piensan otras personas y... no puedo controlarme.

-¿Por eso estallas tanto?

-Supongo-contestó Lindsay con la mirada perdida. La luna que aún no se había ocultado se reflejaba en sus ojos.-Voy a hablar con Steph, tengo que decirle algo-exclamó, levantándose bruscamente y dejándome sola y confusa.

-¡¡Jaque mate!!-un grito de júbilo me sobresaltó. Kristen acababa de ganarle a Johnny.

-Solicito la revancha-dijo Johnny, malhumorado.

-Mañana a la misma hora, perdedor-sonrió Kristen y fue a reunirse con Rob y Dakota, que habían estado charlando.

Johnny apareció a mi lado.

-¿Cómo has venido tan deprisa?

-Aún no te han contado que somos tan rápidos como en el libro de Steph.

-Ah.

-¡¡¡No puedo estar encerrada para siempre en esta casa!!! ¡¡Me voy!!-oímos un grito enfadado desde el pasillo.

-¡Vuelve, Lindsay!-oímos la voz de Stephenie implorante, corriendo detrás de Lindsay.-¡Aún no puedes contenerte delante de los humanos!

-¡¡Me da igual!!-y un portazo. Lindsay se había ido.

-Necesita ir de compras, tiene que seguir la moda-comentó Johnny.

Stephenie irrumpió en el salón.

-Chicos, necesito que uno de vosotros vaya a buscarla. Ya sabéis lo que puede pasar...-dijo con la preocupación reflejada en su rostro.

-No te preocupes, Stephenie, voy yo-dijo Rob y se escabulló detrás de ella. Oímos el segundo portazo.

-Por cierto, Dakota, ven conmigo que te quiero comentar una cosa-dijo Stephenie mientras salía de la habitación seguida de Dakota.

-Dios santo, menuda casa de locos-comenté.

Todos sonrieron, porque la preocupación no les dejó reír.

15/7/09

5 - La Historia Real De Stephenie (2ª parte)

Después los Praiestiev lo empezaron a buscar. Ya no era posible que me encontraran a mí, puesto que para los humanos no hay ninguna diferencia física en la apariencia de un humano y de un vampiro, aparte de tal vez la palidez y los ojos rojos, aunque ésto último lo ocultamos. Pero para los vampiros la conversión produce un cambio enorme en el aspecto exterior de alguien. Yo ahora soy irreconocible para los vampiros que me vieron siendo humana. Excepto, claro está, Paulo. Él me reconocería en cualquier parte del mundo.

Nos escondimos en un viejo sótano de un edificio abandonado en Lisboa. Pero yo salí a la calle y me vieron. Me identificaron al instante. Paulo tuvo que quedarse solo en el sótano.

Me reuní con Rob, Kristen y también mi familia. Por supuesto, tras el fastidio de tener que asegurar a todo el mundo de que estaba bien, me dejaron sola para “dejarme respirar”. Pero les pedí a Rob y Kristen que se quedaran conmigo, que les tenía que enseñar una cosa. Y ellos accedieron.”

-No sé si lamentar o no ese día-suspiró Kristen.-Si vieras lo que pasó... no lo aguantarías. Ella se lanzó sobre nosotros...

-...y Paulo entró por la ventana-Rob terminó la frase.

-¿Me dejáis continuar?-exclamó Stephenie bastante irritada.

Pues eso, yo quería hablar con ellos y contárselo, pero no me pude controlar. Si Paulo no hubiera aparecido y me hubiera sujetado, los habría matado. Pero ya era muy tarde, los había mordido a los dos. Y nos fuimos de seis meses, por consejo de Paulo, que en ese tiempo nos enseñó a controlarnos.

Pero cuando volvimos a Hollywood... ah, ahí se armó la buena. Enseguida apareció un montón de gente en mi casa. Y algunos lo descubrieron y, bueno, no me quedó más remedio. La que me dio más pena fue Dakota.”

-¿Por qué?-preguntó ella, interrumpiendo de nuevo la historia.

-Porque nunca podrás beber alcohol-se rió Lindsay.

-No tomar nada es mejor que tomar demasiado-escupió Dakota, vengativa.

-¿Qué has dicho?-preguntó Lindsay con la cara ensombrecida.

-Lo que has oído-noté algo de vacilación en la voz de Dakota.

Lindsay se levantó de golpe de su asiento y parecía que de verdad tenía intención de matar a Dakota. Pero antes de que pudiera dar un solo paso Johnny había aparecido delante de ella y la había empujado de vuelta a su sillón.

-Ni se te ocurra tocar un solo pelo de la cabeza de Dakota-gruñó entre dientes, a menos de diez centímetros de la cara de Lindsay, que lo miraba con frustración. Me estremecí..

Johnny desapareció y volvió a aparecer en su sofá, con aire relajado, como si no hubiera pasado nada.

-Me rindo-Stephenie se levantó y se dirigió hasta la puerta. Pero antes de salir se dio la vuelta y dijo:

-Yo ya le conté mi historia. Os toca a vosotros-y salió pegando un portazo.

Nadie en la sala se movió.

-No está cabreada-dijo Lindsay.-Sólo quiere que lo parezca.



14/7/09

5 - La Historia Real De Stephenie (1ª parte)

(Aah, se siente bien tener un blog tan exitoso... chicas, me tenéis frita, con eso de publicar un capítulo cada vez que me dais un premio se me van a acabar los que tengo preparados... ¡¡oh no, ahora me vais a dar muchos premios para que saque capítulos más a menudo!!)






Todos estaban en el salón de antes, sentados en sofás y sillones. Dakota corrió delante de mí y se sentó a un lado de Johnny, compartiendo el sillón con él. Miré a mi alrededor. Había un sofá vacío de espaldas a mí. Me senté tras una silenciosa indicación de Lindsay. Me sentí muy pequeña, incrustada en el centro de aquel sofá tan grande. Formábamos una especie de círculo de muebles y justo en el extremo opuesto a mí estaba Stephenie. Aquello parecía una reunión planeada.

-Oye, sabíamos que haríamos esto desde que Johnny te trajo inconsciente-dijo Lindsay.-¿Podemos empezar ya?-preguntó con impaciencia.

-Paciencia, Lindsay-se impuso Stephenie.-Tenemos todo el día.

-¿Día?-pregunté en voz alta sin querer. Johnny me había capturado a medianoche.

-Oye, guapa, tu primer desmayo duró bastante tiempo-comentó con desgana Lindsay.-Son las nueve de la mañana.

-Mea culpa-dijo apesadumbrado Johnny. Supe que lamentó haber tenido que pegarme.

-Bueno, empecemos-lo interrumpió Stephenie.- Responderemos tus dudas.

-Estooo...-pensé una pregunta que pudiera plantearles.-¿Qué pasó cuando desapareciste?-le pregunté a Stephenie.

-Bueno, es una historia muy larga...

-Oye, Steph, tenemos muchísimo tiempo, ya lo sabes-dijo Rihanna, risueña, y todos soltaron una risita sofocada.-Además, Lindsay y Dakota aún no han oído la historia contada por ti.

-Sí, sólo hemos oído el pésimo resumen de Johnny-susurró Dakota en voz baja, aunque audible.

-¡Oye!-exclamó Johnny, intentando parecer indignado pero sin poder casi contener la risa.

-Bueno, ya vale. Os lo contaré-Stephenie tomó aliento y comenzó su historia.

-Veréis, todos sabéis que yo desaparecí un par de meses. Pues... fue porque unos vampiros me raptaron.

-¿¿Ehh??-interrumpí sin querer. Era lo que menos me esperaba que dijera. Stephenie me miró severamente.-Lo siento, continúa.

Aquí todos habéis leído o al menos visto todas las entregas de Crepúsculo. Os acordáis de los Vulturi de la novela, ¿no? Pues el equivalente a los Vulturi de Italia son los Praiestiev, de Rusia. Y son mucho, muchísimo peores que los Vulturi. Pues los Praiestiev me raptaron. Al parecer mi novela se parecía sospechosamente a la vida real. Por supuesto estaban enfadados. Me querían matar. Me tuvieron un mes entero encerrada en una celda con mucha comida y agua. Me estaban cebando-tragué saliva.-Pero yo comía poco. Y, esto parece irreal, uno de los guardias de mi celda se enamoró de mí. Conversábamos siempre, porque él siempre estaba de turno. Él era leal a los Praiestiev, pero no estaba de acuerdo con el castigo que me habían impuesto. Él era el único que había accedido a escucharme, y me creía. Él tenía una habilidad especial para ver la verdad en los ojos de la gente. Y una noche, él...”-Stephenie suspiró y Lindsay soltó un bufido. Sin duda veía las imágenes que pasaban por su mente.-”...se me declaró. Dijo que estaba enamorado de mí y luego quiso irse. Pero resulta que yo también le quería. Se quedó conmigo. Todo el día nos lo pasábamos hablando. Él supo cada detalle de mi vida, yo de la suya. Entrelazábamos las manos a través de las rejas y las dejábamos así horas... Un día un guardia superior bajó a las celdas para decirnos que me matarían en tres días. Él entró en pánico. No quería que yo muriera en ningún caso. Así que me mordió.”

Stephenie guardó silencio unos segundos.

-¿Sufriste mucho?-pregunté en voz queda.

-No-la sonrisa comprensiva de Stephenie me sorprendió.-De hecho, no duele. Sólo que te quedas como en coma. Es lo que me dijo Paulo. Yo sólo sentí cuando él me mordió en la muñeca, y sólo me dolió un segundo. Después todo se desvaneció y lo siguiente que recuerdo fue despertarme ya convertida. Y en portugal. Paulo me había llevado a Portugal.


Maaaás premios??

Cuatro capítulos (aunque eso sí, dos divididos por la mitad) y ya gané cuatro premios?
Esto es insólito.
Aunque por otra parte...
HURRAAAAAAAA!!!!!!!
Bueno, aquí están:

(Ya quisiera yo que hicieran una peli de mi blog y ganar un Oscar de verdad... me conformo con éste, que es igualito al original)
(Yo quisiera tener un brillito de labios de ese color...)
Que sepáis que me fastidia un poco ganar tantos premios y no tener casi a quién dárselos. Por supuesto las lectoras y seguidoras de este blog (por cierto si hay alguien que sea lectora pero no seguidora, ¿a qué estás esperando?) podéis cogerlo. Digamos que las que son seguidoras tienen el sitio de honor y más derecho a llevarse el premio que las sólo lectoras, si queréis mi consideración haceros seguidoras.
Quiero tener cien seguidoras, entonces y sólo entonces no tendréis remordimientos cuando me deis premios (por lo que ya he dicho antes de no saber a quién dárselos).
En cualquier caso, quien lo coja y no sea seguidor le pido dos cosas: que se haga seguidor (ja, esa te la veías venir, ¿no?) y que me deje un comentario si decide coger el premio para que me pase por su blog si no lo he hecho ya.
No, no me des las felicitaciones a mí, si estás leyendo esto significa que deberías felicitarte a ti mism@. ¡¡Enhorabuena por tu nuevo premio!!
Y recuerda que si no lo quieres no estás obligad@ a cogerlo.
Y hazme un favor:
¡Alégrale el día a alguien!(que no seas tú). De hecho si le alegras el día a alguien como un amigo o la abuela o tu gato tú también quedarás content@, te lo aseguro. Así que ¡venga!, dale un beso a ese alguien tan especial y dile "¡¡¡Feliz No-Cumpleaños!!!"

4 - Redescubriendo a los famosos (2ª parte)


-¿Por qué lo haces enfadar tanto?-le preguntó Dakota, enfadada, a Lindsay.-Si te sientes mal cuando lo haces, ¿por qué lo haces?

-¿Se siente mal cuando lo hace? Juraría que era al revés-comentó Rihanna.

-Al principio se siente bien, pero después tiene remordimientos-dijo Dakota sonriendo con picardía a Lindsay, que la miraba como si quisiera matarla.

-Es que quiero matarla-me aclaró Lindsay sin mirarme.-Dos veces.

Dakota se reía a carcajadas.

-Mira, ¿sabes qué? Me largo. Me largo de esta maldita casa-exclamó Lindsay y abandonó la habitación. Rihanna la siguió, suplicando que se quedara e intentando hacerla entrar en razón.

-Yo sé lo que le pasa-susurró Dakota cuando las otras dos ya se habían ido.-No soy idiota, sé que le gusta Johnny.

-¡¡¡CÁLLATE, ENANA!!!-se oyó un grito de Lindsay desde abajo.

-Y a Johnny también le gusta ella-dijo Dakota aún más bajito.

-¡¡Oye!! ¡Te he oído!-Johnny apareció en el umbral con una sonrisa diabólica. Dakota soltó una risa ahogada e intentó salir corriendo de la habitación, escabulléndose, pero Johnny la atrapó y, entre risas, la arrastró a la silla que estaba al lado de la cama.

Yo ya me había sentado en el borde de la cama y estaba picoteando la comida de la bandeja, observando como una espectadora lo que sucedía a mi alrededor. Si no supiera que era real juraría que estaba dentro de una película de humor.

-¿Cómo se te ocurre...-le dijo Johnny a Dakota.-...decir e incluso pensar eso? ¿Es que te has vuelto loca?

-¡Es que no lo soporto, nos tenéis a todos de los nervios, decidíos ya!-exclamó Dakota.

-Umm, esto se pone interesante-murmuré casi para mí misma.

Johnny y Dakota me miraron.

-Vaya, había olvidado que estaba aquí-dijo Johnny, sonrojándose. Dakota lo vio al instante.

-¡Te has sonrojado! ¡Te has sonrojado!-exclamó, triunfal.-¡O sea que es verdad!

-¡¡No!! ¡Cállate, niña!-susurró Johnny, mirando alrededor como si pensara que nos estaban espiando.

-¡Oye! No soy una niña, ya tengo dieciséis años-se quejó Dakota.

-Pero tú eres la menor, así que te llamaremos niña por el resto de tu existencia-dijo Johnny, mofándose de ella.

-¡Huy! Pues tú eres un viejo.-respondió Dakota.

-¿Quieres que hablemos? Porque podemos hablar, si eso es lo que quieres, y ya veremos quién gana-amenazó Johnny, medio en broma, medio en serio.-Bueno, me voy, Rob acaba de pasarme la guardia. Adiós.

Le vimos salir.

-¡Qué era eso?-le pregunté a Dakota, señalando ligeramente el lugar donde hace un segundo estaba Johnny.

-Bueno, tú sabes que esto no se lo puedo decir a nadie, ni siquiera a mis padres-explicó. Yo asentí con la cabeza.-Pues... a Johnny se lo puedo contar todo, él es como mi segundo padre, el que de veras lo sabe todo sobre mí. No se lo digas a nadie, pero...-Dakota me susurró al oído-creo que lo quiero más que a mi verdadero padre.

Sonreí, enternecida. Seguro que Johnny lo había oído. Le pregunté a Dakota si no le importaba que él lo oyese.

-En absoluto, hablar sobre él es como escribirle una carta-dijo.-Sabes que él lo sabrá, pero te ahorras la molestia de decírselo a la cara. Sus reacciones son un poco... raras. Pero me alegra que lo oiga todo. No tengo secretos para él-concluyó, encogiéndose de hombros.-Venga, vamos al salón que nos están esperando.

-¿Cómo sabes...?-pero Dakota me cogió del brazo y me arrastró escaleras abajo antes de que pudiera terminar la frase.