20/11/09

18 - Manual De Decoro Japonés


-Muy bien-Stephenie de inmediato nos empezó a hablar como un general del ejército.-Hay una habitación para Paulo y para mí, una para Rob y Kristen, una para Zac y Vanessa y dos habitaciones restantes, cada una con tres camas. Johnny, ya verás con quién te pones-Johnny puso cara de desagrado y Lindsay se rió con malicia.-Las normas: no salir de la habitación, no hacer cualquier cosa que no podamos hacer ante los demás...-Stephenie miró severamente a las parejas.-Queda absolutamente prohibido conectarse a la red wi-fi del hotel sin habérmelo dicho antes. Queda prohibida cualquier forma de llamar la atención de los huéspedes. Vosotras dos, las humanas, siempre que queráis comer lo pedís por el servicio de habitaciones y siempre cuando recibáis la comida tienen que estar en la misma habitación al menos tres vampiros, por si acaso. Los toques de queda: queda prohibido hacer ruido (música o la tele o lo que sea) entre las once de la noche y las nueve de la mañana. ¿Entendido, todo el mundo?

Todos asentimos con la cabeza.

-Una pregunta-Lindsay levantó la mano.-¿Y nosotros qué comemos?

-Paulo y yo nos encargaremos de eso-Lindsay asintió en señal de aprobación.

-¿Puedo añadir una norma?-preguntó Dakota y Stephenie la miró inquisitivamente.-Quisiera que si alguien está discutiendo o haciendo cualquier cosa que moleste a los demás en la sala común, se vayan a una habitación.

-¿Estamos todos de acuerdo con la norma de Dakota?-preguntó Stephenie en voz alta y se oyó un murmullo que Stephenie interpretó como un sí.-Bien.

-¿Pero si se considera que la pelea es divertida se puede solicitar permiso para que se queden en la sala común?-pregunté y nos reímos.-Por votación, claro.

-De acuerdo-dijo Stephenie entre risas.-Venga, escoged vuestras habitaciones.

Steph y Paulo, Rob y Kristen, Zac y Vanessa se fueron cada pareja a una habitación y los demás nos quedamos en dos bandos, de pie: Johnny por un lado, mirándonos con soberbia, y Rihanna, Dakota, Lindsay y yo mirándolo también con los ojos entrecerrados.

-¡Oh! Tengo una idea-me salió Dakota.-¿Por qué no nos ponemos Robyn, tú y yo juntas en una habitación?

Lindsay miró a Dakota como si quisiera ahorcarla allí mismo. Inspiró profundamente y con una voz forzada preguntó con calma:

-¿Por qué quieres que yo esté con ése?-le preguntó a Dakota con los puños

apretados.

-Porque nos encantaría oír las tonterías que os decís y ver las trastadas que os hacéis el uno al otro.

Lindsay le echó una mirada que podría matar a un kilómetro a la redonda y Dakota rió con malicia.

-Está bien, está bien-se metió Rihanna antes de que Lindsay y Dakota se mataran la una a la otra.-Johnny, ¿tú a quién prefieres?

Johnny no se lo esperaba. Se nos quedó mirando, algo desconcertado, y al final me señaló a mí.

-Como eres la más normalita-se explicó.

-Pues hecho-dio por terminada la pelea Rihanna y cogió sus maletas y se fue a una de las habitaciones libres. Lindsay la siguió, bastante animada por no tener que quedarse con Johnny. Dakota también cogió sus maletas, le dio un beso a Johnny en la mejilla al que éste respondió con ternura y luego se fue tras Rihanna y Lindsay. Yo cogí mis maletas, pero Johnny me las quitó de las manos.

-Ya lo hago yo-le sonreí llena de gratitud y él también me lanzó una sonrisa que duró una décima de segundo.Pero se aseguró de que la vi.

Me pasé todo el día navegando en internet en la sala común. Casi siempre acompañada por Dakota, que disfrutaba con los culebrones japoneses (no entendí ni jota cuando me dijo que Onochita quería con Yokosi pero estaba la bruja de Yuri con él y por eso Onochita era asesina en serie), y Lindsay, que sólo estaba ahí en cuerpo ya que su mente estaba en el piso de abajo, donde una adinerada pareja discutía. Lindsay disfrutaba de una manera algo sádica, pensé. Más tarde y sin saber cómo empezó una discusión entre Johnny y Lindsay, y entre Dakota y yo los empujamos hasta la habitación de Johnny y mía y cerramos la puerta.

Tras cosa de media hora me apeteció poner música pero Dakota se negó rotundamente, porque afirmaba que estaba aprendiendo a decir te quiero con locura en japonés y no quería decirlo mal. Así que, algo malhumorada, me levanté para ir en busca de mi iPod. Cuando estaba a dos pasos de la habitación de Johnny y Lindsay me di cuenta de que los gritos habían cesado, y algo me dijo que no debía entrar en la habitación, sin embargo para cuando ese pensamiento llegó yo ya estaba abriendo la puerta.

Me quedé de piedra.

Johnny y Lindsay estaban de pie en el centro de la habitación, besándose.

1/11/09

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