-¡Mi móvil!-exclamó Zac y atendió el teléfono.-¡Hola, amor!-Zac parecía incómodo. Se alejó de Dakota.-No,no, no, tranquila, Nessie, no, no te he dejado, sabes que nunca lo haría. ¿Qué? ¿Que dónde estoy? No te lo puedo decir. No, mi amor, te lo diría, pero es que no puedo, no me dejan. No, tranquila, no me han secuestrado-Zac sonrió un poco, conmovido por la ingenuidad de su interlocutora.-Bueno, más o menos. No, pero no hay nada mal, cielo. No... No puedo visitarte. Creo...-Zac miró a Dakota, que negó con la cabeza.-No, mi amor, no es que yo no quiera, es por tu bien... Cariño, entiéndelo, puedo hacerte daño... No seas tonta, no es ninguna amenaza, es que... tengo dificultades, no creo que lo entiendas... No amor... ¡No! ¡No! ¡No!
Zac bajó la mano, deprimido.
-¿Qué pasa?-pregunté.
-Ella quiere... que yo vaya.
-Pero tú no puedes...
-Ha dicho que si no voy, se suicidará-Zac colocó la cabeza entre las manos, dando la sensación de que la situación ya estaba perdida.
-Tranquilo, Zac, no pasa nada-dije comprensivamente.Me levanté y anuncié.-Voy a decírselo a Stephenie a ver si ellos pueden traerla.
Salí del salón y me encontré a Steph en el pasillo. Le conté lo que había pasado y justo en el momento en que Stephenie decía que por supuesto que irían a buscar a esa tal Nessie, oímos un grito proveniente del salón. Corrimos allí y vimos a Dakota de pie en medio de la habitación, horrorizada, y delante de ella una ventana rota. Zac no estaba.
-¿Qué demonios ha pasado?-preguntó Stephenie.
-Zac... ha empezado a murmurar que tenía que ir... a verla... le dije que no... ¡y me gritó que no podía impedírselo y se fue!-Dakota rompió a llorar, desconsolada.
-Tranquila, le cogeremos a tiempo-abracé a Dakota para tranquilizarla, pero ella siguió llorando.
-¡¡Chicos!!-llamó Stephenie y al instante ya estaban todos allí.-Rob, Johnny, Lindsay, os venís en mi coche. Los demás en el de Kris.
Kris, Rihanna, Dakota y yo fuimos en el coche azul marino de Kristen. Íbamos detrás del BMW negro de Stephenie, que nos llevó a una mansión, que por mis conocimientos de reportera reconocí como la de Zac Efron y Vanessa Hudgens. Espera... ¡¡claro!! Era Vanessa la que llamó. Oh, no...
Cuando entramos (la verja estaba abierta) la luz del dormitorio estaba encendida. Fuimos todos en manada corriendo y subimos a la habitación iluminada (sobra mencionar que las puertas estaban abiertas).
Llegué justo a tiempo para ver la cara esperanzada de Vanessa Hudgens mirando a Zac, que estaba todo rígido, mientras decía:
-¡Mi amor, has vuelto!-en ese momento ella nos miró sobresaltada y Zac, al parecer por la repentina ausencia de contacto visual, no pudo controlarse y saltó sobre ella. Vanessa gritó aterrada y Rob y Johnny sujetaron a Zac por los brazos.
-¿Quiénes sois? ¿Qué hacéis aquí?-preguntó Vanessa mientras se tapaba hasta el cuello. Pero aún me dio tiempo a ver que llevaba un camisón semi transparente.-¿Kristen Stewart?-se extrañó al reconocerla.
-Escucha, Vanessa, tienes que venir con nosotros inmediatamente, por tu bien y por el de Zac-dijo Stephenie.
-Bueno...pero dejadme vestirme.
-Abajo, tíos-murmuró Lindsay y obedecimos.
La imagen mientras esperábamos era de lo más graciosa: todos apoyados contra la pared, Stephenie con las manos en los bolsillos, Lindsay silbando, Dakota mirando el techo, Zac sacudiéndose, aún preso en los brazos de hierro de Johnny y Rob...
Vanessa bajó vestida con ropa sencilla y subimos a los coches, Stephenie conduciendo su coche con los tres tíos detrás, dos de ellos sujetando al otro, y las chicas apretujadas en el mini de Kristen. Menos mal que todas éramos delgadas porque al menos entrábamos las seis en el coche.